Por Aimée Cabrera
El sacerdote Teodoro Becerril falleció el viernes 25 de febrero luego de sufrir una larga y penosa enfermedad.
El Padre Teodoro, como le decían muchos miembros de la comunidad cristiana, de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, se desempeñó como pastor de esta Iglesia, ubicada en la Avenida Infanta, entre Concordia y Neptuno por unos cincuenta años.
Su ministerio intachable lo ubicó en un lugar de honor entre los cristianos y vecinos en general de las barriadas colindantes al templo del Carmen. Cuando su salud se quebrantó partió a España donde recibió atención médica esmerada.
Cuando regresó a Cuba el pasado año permaneció un tiempo en la Iglesia del Carmen para, por último radicar en el Asilo Santovenia. Debido a su repentino agravamiento fue internado en el Hospital Hermanos Amejeiras pero no rebasó su estado crítico.
Fue velado en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen donde recibió póstumo homenaje por parte de muchas personas que se dieron cita allí, el viernes y el sábado.
El sábado temprano se realizó La Liturgia de las Horas, y a media mañana tuvo lugar la misa oficiada por el cardenal Jaime Ortega, Arzobispo de La Habana. Para culminar se realizó el entierro del finado sacerdote en la Necrópolis de Colón.
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