Por Delfín Leyva
Este
domingo, 7 de octubre, nuestros hermanos venezolanos tendrán la oportunidad de
sacudirse del desgobierno fatídico de Hugo Chávez. Muchos no le dan la
importancia que la ocasión tiene. Algunos países nunca han tenido la oportunidad
de elegir libremente a sus gobernantes. Otros, como el caso de los cubanos,
llevamos más de 55 años esperando poder tener ese momento feliz de depositar en
una urna el derecho que tiene un ciudadano de ejercer el voto y así decidir el
rumbo que desea tener para el destino de su patria.
El
12 de enero de 1959, el tirano Castro prometió ante el Club de Leones de La
Habana lo siguiente: “Celebraremos antes de 18 meses elecciones libres para que
el pueblo elija sus gobernantes”. Todavía estamos esperando ese día.
Hermano
venezolano, tú si tienes la dicha de seleccionar a tu presidente. Es una
oportunidad posiblemente única, porque si Chávez por desgracia gana las
elecciones y logra en 6 años consolidar su socialismo, es posible que ante el
susto de los millones de votos que sacará la oposición jamás él o su sucesor le
darán a Venezuela la oportunidad de unas elecciones libres.
Los
que hemos tenido la oportunidad de ver día a día el desarrollo del liderato del
joven Henrique Capriles y como “llena” en cada pueblo que visita, como lo
esperan, lo vitorean, lo abrazan y lo miman, no tenemos duda que triunfará. Los
votos los tienen. Lo importante es que todos concurran a votar. Que
lleves a tus vecinos, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo, a todos
cuantos puedas, sacrifícate este domingo 7 de octubre y tendrás el gran honor
de haber liberado a tu país de una dictadura y de encontrar el verdadero camino
que convertirá a Venezuela en un país libre, próspero y feliz.
Por
tu familia, por tu país, hermano venezolano, este 7 de octubre participa
activamente en las elecciones. Es tu derecho, es tu deber.
¡Dios
los bendiga!
