viernes, 17 de diciembre de 2010

José Alberto Álvarez Bravo se mantiene, después de dos semanas, en huelga de hambre

Si no conociéramos de sus firmes principios y determinaciones, ya le hubiésemos pedido a José Alberto que desistiera de su valiente actitud, porque no estamos de acuerdo que ningún compatriota atente contra su vida, no necesitamos más mártires.  La patria necesita a estos héroes que se enfrentan a la tiranía vivos, y sus familias también.

La brutal represión de la tiranía de los hermanos Castro lleva a la desesperación a hombres valiosos como José Alberto, quien nos dice en este artículo “Nueva bofetada a la sensatez”: “No necesito nada material, sólo apoyo y solidaridad”.  Así de humilde es, los que lo conocemos sabemos que necesita de todo, pero esta es la calidad de ser humano de este hermano que nos da un ejemplo más de lo que es vergüenza y dignidad.

Exhortamos a nuestros lectores a leer la información que nos envió José Alberto.  ¡Que Dios los bendiga a él y su familia!

Delfín Leyva


Nueva bofetada a la sensatez

Por: José Alberto Álvarez Bravo


Uno de los sellos distintivos del gobierno cubano es su inmensurable arrogancia, un lastre que le impide, en muchas ocasiones, actuar con un mínimo de sensatez. Esta sensible deficiencia reduce la ventaja otorgada por cincuenta y dos años de experiencia gubernativa, y un ejército de tanques pensantes que le permite vadear el sinfín de escollos en esta azarosa travesía.

A partir de la arbitraria conculcación de mi derecho ciudadano a recibir en mi domicilio a personas de mi círculo afectivo, -o a quien estime pertinente- me vi en la necesidad de tomar una medida extrema como reacción de rechazo al atropello; el primero de diciembre de 2010 comencé una huelga de hambre total.

Después de transcurridos los primeros diez días, comencé a recibir llamadas de hermanos de la diáspora cubana para pedirme el desistimiento, forzándome a invertir energías en defender mi posición. Comprendo su justificada y bien intencionada preocupación, pero me veo en la necesidad de exponer la inutilidad, -incluso la inconveniencia- de sus buenos consejos.

Es preciso tener presente que no fui yo quien inició este diferendo con quienes detentan, de manera omnímoda e inconsulta, el poder dictatorial en esta isla de todos. Por ende, no soy yo quien debe buscar su solución, sino quienes tienen toda la responsabilidad por su surgimiento.

Ordene el régimen castrista a sus esbirros el levantamiento inmediato, incondicional y definitivo del asedio a mi domicilio, y acto seguido retomo mi ritmo normal de vida.

Amo la vida, carezco de la más mínima vocación de mártir, el instinto de conservación me reclama alimentos todos los días, a toda hora, pero mi espíritu y mi concepto de la dignidad me sostienen. No me motiva la búsqueda de protagonismo, estoy habituado y feliz en mi oscura condición, pero mi derecho y obligación moral de defender mi honra es innegociable.

Varios cubanos que han tenido la delicadeza de llamarme desde el exilio me han preguntado cómo pueden ayudarme. No necesito nada material, solo apoyo y solidaridad.
En lugar de llamar para pedirme la modificación de mi actitud, exíjanle al régimen cejar en su arbitraria e injusta privación de mis más elementales derechos ciudadanos.

Hoy habíamos amanecido confiados en que los señores devenidos en amos de Cuba levantarían el ominoso bloqueo a mi vivienda, pero la sensatez ha vuelto a recibir una nueva bofetada en pleno rostro.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Biscet: “El bienestar de Cuba solo se puede lograr en libertad”

Por: Wilfredo Cancio Isla

- Hablando tras las rejas que por ocho años han sepultado su libertad, el doctor Oscar Elías Biscet reiteró este martes que no abandonará Cuba y emplazó al gobierno cubano a que cumpla de una vez el compromiso hecho con la Iglesia Católica para excarcelar a todos los prisioneros políticos.

“Siempre he rechazado salir del país de forma definitiva, porque creo que debo de cooperar en el bienestar de mi pueblo y ese bienestar solo se puede lograr cuando vivimos en libertad, porque solo la libertad nos lleva a la paz”, declaró Biscet durante una entrevista exclusiva con el programa A Mano Limpia, que conduce el periodista Oscar Haza en América TeVe-Canal 41 de Miami.

Biscet, de 49 años, una de las personalidades más prominentes del presidio político cubano, fue entrevistado telefónicamente la tarde del lunes desde la Prisión Combinado del Este en La Habana. Allí aguarda por la liberación prometida por el gobierno de Raúl Castro tras la mediación de la Iglesia Católica, el pasado mayo.

“Pienso que el gobierno debe cumplir con la palabra que dio a la Iglesia y que le dio al pueblo cubano, esta palabra el mundo entero la ha conocido, y que pronto pueda estar con mi familia, mi esposa, mi madre y mis hijos”, dijo Biscet durante la conversación, que se extendió por 12 minutos.

Es la primera entrevista que ofrece Biscet a un medio de prensa desde su arresto en La Habana, el 6 de diciembre del 2002. El médico cubano, condenado a 25 años, es uno de los 12 prisioneros de conciencia que han rechazado el ofrecimiento de abandonar la isla como condición para ser excarcelados.

De ese grupo, el único liberado con licencia extrapenal es Arnaldo Ramos Lauzurique, que cumplía una sentencia de 18 años. Los 11 restantes permanecen aún en compás de espera, aunque ya se venció el plazo de cuatro meses -y la extensión de 30 días- en que la Iglesia Católica prometió serían excarcelados.

Biscet denunció que el gobierno cubano trata de liquidar la oposición obligando a los presos excarcelados a tomar el camino del exilio.

Aplastar la oposición

“Este es un plan del gobierno contra la oposición para tratar de aplastarla y que no se levante ninguna voz de vanguardia, pero han cometido un error, porque al menos hay 12 que nos quedamos aquí dentro de las prisiones, que queremos quedarnos aquí en Cuba, a vivir en Cuba, junto con nuestros familiares aquí en Cuba y con nuestros hermanos y amigos”, afirmó el conocido disidente.

Añadió que cuando salga de la cárcel espera continuar con la oposición pacífica.