viernes, 29 de octubre de 2010

Salvat: Librero mayor

Martí Noticias, Armando de Armas



Juan Manuel Salvat Roque nació en la ciudad de Sagua la Grande, Las Villas, Cuba, el 27 de marzo de 1940. Estudió su primera enseñanza en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, de los padres jesuitas, y luego en el Instituto de Segunda Enseñanza. Comenzó estudios en la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana en 1959. Miembro de la FEU (Federación Estudiantil Universitaria) a través de su elección, en 1959, como vicesecretario general de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad de La Habana. Publica, junto a otros compañeros de estudios, en 1959 y 1960, los periódicos universitarios, Manicato y Trinchera.

El 5 de Febrero de 1960 organiza, junto a otros alumnos de la Universidad, una manifestación estudiantil pacífica frente a la estatua de José Martí en el Parque Central de La Habana, como desagravio por la corona de flores en forma de hoz y martillo que depositara el vicepresidente y canciller soviético Anastas Mikoyan, por lo que son detenidos por la policía política del gobierno. Esta manifestación, y las opiniones democráticas que defienden en los periódicos y otras actividades en la Universidad hacen que el gobierno de Fidel Castro presione a la FEU para que convoque a una asamblea (manifestación de repudio) y expulsarlo junto a otros de la Universidad de La Habana, en mayo de 1960.

Posteriormente se asila, junto a dos amigos, en la Embajada de Brasil y sale de Cuba en agosto de 1960. Es miembro fundador del Directorio Revolucionario Estudiantil, y vuelve clandestinamente a Cuba en diciembre de 1960 dirigiendo la propaganda clandestina de la organización (inclusive por audio en la televisión) y la exitosa huelga estudiantil de febrero de 1960. Después de la derrota de Playa Girón reorganiza el Directorio y sale de Cuba, por la Base Naval de Guantánamo, en Junio de 1961.

Se dedica hasta 1965 a realizar campañas de propaganda contra el sistema comunista cubano y dirigir actos de lucha como el ataque del 24 de agosto de 1962 contra el Hotel Rosita de Hornedo, en La Habana, donde celebraban una fiesta un grupo de militares soviéticos y a la que se pensaba asistiría Fidel Castro.

En 1965 comienza el negocio familiar de venta de libros en español, con el nombre de Distribuidora Universal, desde una pequeña oficina en el Edificio José Martí de la calle 8 y la 2 Avenida del SW de Miami. Inicialmente distribuyen libros por correo y a través de catálogos, pero el negocio crece y en 1966 abren un local de venta al público con el nombre de Librería & Distribuidora Universal, esta vez en la calle 8 y la 24 avenida, y en 1967 comienzan a publicar libros bajo el sello de Ediciones Universal. En 1975 construyen un edificio en la misma calle 8 y la 31 avenida destinado especialmente al local de librería, almacén y oficinas, y en 1989 amplían el local con un segundo piso para mayores facilidades de oficina para la editorial, taller de composición para las ediciones y salón para presentaciones de libros y conferencias. En total unos 7000 pies cuadrados.

Salvat además es miembro fundador de la Cámara de Comercio Latina (Camacol), del Consejo de Directores de Editorial Cubana, ex miembro de la directiva del Museo Cubano de Arte y Cultura, miembro de la Agrupación Católica Universitaria (ACU), del Comité Hispano de Miami Book Fair International y de otras organizaciones relacionadas con el mundo del libro y de la cultura.

Armando de Armas realizó la siguiente entrevista a Juan Manuel Salvat para MartíNoticias.

MN. ¿Cuál fue la motivación primera para convertirse en librero y editor?
JMS. Por un lado el amor al libro que tengo desde muy pequeño. Pero como formamos una librería, y luego editorial, especializada en libros de temas y autores cubanos, eso me permitía mantenerme cerca de lo cubano y contribuir en algo a preservar lo mejor de nuestras tradiciones y enriquecer nuestra cultura cubana.

MN. ¿Tenía usted alguna experiencia previa en el oficio?
JMS. No. Mi papá tenía una bodega en Sagua la Grande. Eso me ayudó como experiencia comercial, pero el mundo del libro lo aprendí con el trabajo, las experiencias y los años. Y también los amigos.

MN. ¿A estas alturas del juego cuántos títulos ha publicado Ediciones Universal?
JMS. Alrededor de 1600 títulos.

MN.¿Desplazará la Internet al libro?
JMS. Yo creo que el libro en papel mantendrá por muchos años cierta vigencia. Pero el libro electrónico tiene una fuerza arrolladora y puede que pegue con el gusto del lector joven. Aunque en definitiva la lectura, en papel o pantalla, sigue siendo lo mismo.

El proceso de edición se ha facilitado enormemente con la explosión de las nuevas tecnologías, pero a su vez, paradójicamente, la edición de libros se ha ido encareciendo cada vez más ¿Por qué ocurre eso?
JMS. Pienso que quizás sea porque hoy en día las ediciones son muy limitadas, muchas "on demand" y eso hace que el precio individual del libro se encarezca. Otro factor es la vida comercial tan corta del libro. Las novedades aparecen en las librerías y a los pocos meses ya se devuelven al editor. Es trágico para los mejores libros.

Para el libro en español hay además otros factores como son el cambio desfavorable del dólar y los gastos de envíos que crecen más cada día.

Pero el factor principal es el de siempre y en nuestro caso más grave. Tenemos pocos lectores. Es muy difícil apostar a la edición de un libro si las ventas no son proporcionales a los costos. Si se vendieran bien se publicarían más libros y con más libertad.

MN. ¿Le ha sido fácil tratar con los escritores?
JMS. Algunas veces no es fácil, pero la mayoría de los que he tratado son correctos y amables. No puedo decir que tengo malas experiencias en la mayoría de los casos.

MN. Por sus manos, quiero decir por su empresa, han pasado lo más grandes escritores del exilio cubano. ¿Alguna anécdota con alguno de ellos que le haya especialmente impactado?
JMS. Las conversaciones con Enrique Labrador Ruiz son un recuerdo entrañable. Tuve la suerte una tarde de estar en una reunión en que se congregaron Cabrera Infante, Labrador Ruiz, Lydia Cabrera, Bernardo Viera Trejo y otros. El intercambio entre ellos fue algo extraordinario y enriquecedor.

Hay experiencias muy especiales con escritores como Álvaro de Villa quien, a pesar de ser humorista, tenía una cultura filosófica extraordinaria y conocía, como pocos, el alma cubana.

Lo mismo con Armando Couto, el creador de Los Tres Villalobos. Todos los días llegaba por la tarde a la librería y luego yo aprovechaba para que me llevara a casa. Sus relatos sobre la vida cultural, social y de la farándula cubana me hicieron conocer una Cuba que no tuve tiempo de apreciar.

Lo triste es que hay muchos escritores que hoy en día no conocen las nuevas generaciones y han olvidado las demás.

MN. Usted, además de hombre de libros, fue en un momento dado hombre de armas, un luchador en contra del régimen militar de los hermanos Raúl y Fidel Castro. ¿Qué ha pasado, en que ha fallado la oposición democrática cubana que, más de medio siglo después, aún permanece en el poder la dictadura implantada en la isla el primero de enero de 1959?
JMS. Creo que el pueblo de Cuba tenía muchos problemas pendientes (envidias, complejos de inferioridad, choteo, desunión, ambiciones y otros) que permitieron que un Castro se aprovechara, los manejara e impusiera un régimen que nadie hubiese querido si no es por el engaño y luego el terror.

Fue muy habilidoso cuando situó su régimen al lado de la Unión Soviética. Esa protección fue esencial para poder desarrollar y mantener el gobierno totalitario que impuso. Cambió totalmente las reglas de las luchas contra las dictaduras tradicionales. Los soviéticos fueron amigos fiables para Castro. Los americanos muy poco, para los que combatieron la dictadura comunista. Y en el mundo sólo había dos bloques entonces.

MN.¿De Cuba, qué hay de Cuba aún en Juan Manuel Salvat?
JMS. Creo que mucho. Todavía hoy creo que mantenemos una empresa donde lo cubano reina. Quizás no sea una buena decisión económica pero sí nos brinda una inmensa satisfacción.

MN.¿Y de Sagua, qué hay de Sagua la Grande aún en Juan Manuel Salvat?
JMS. Sagua la Grande es parte importante de mi vida, de nuestra vida, pues mi esposa también es sagüera. Sigue en mis recuerdos, en mis amigos, en nuestras reuniones municipales. Quizás idealicé los recuerdos de Sagua la Grande y de la playa en Cayo Esquivel, pero todos me dan alegría.

Sigo alimentando una biblioteca de libros cubanos, antiguos y modernos, que algún día espero poder llevar a Sagua y crear allí una biblioteca cubana. Y ya son varios miles de títulos.

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